

Publicado: abril 20, 2025
Una iniciativa para proteger derechos y salvar vidas
Con el propósito de fortalecer la detección temprana y la atención adecuada de la violencia contra las mujeres, el Hospital San Juan de Dios ha puesto en marcha un proceso de capacitación dirigido a su personal de distintas áreas.
La formación es parte de una estrategia impulsada por la Comisión Local de Violencia de este centro médico, cuyo objetivo es preparar a funcionarios para identificar signos de agresión y saber cómo actuar ante situaciones de riesgo.
Compromiso institucional: detectar, atender y denunciar
Durante las sesiones de capacitación, funcionarios de áreas como ginecología, obstetricia, neonatología, nutrición, mantenimiento, vigilancia y servicios generales recibieron herramientas que les permitirán no solo reconocer casos de abuso, sino también brindar una respuesta profesional y empática.
Gina Coto, coordinadora de la Comisión Local de Violencia, explicó que estas capacitaciones no solo buscan sensibilizar al personal, sino también romper las barreras sociales y culturales que muchas veces obstaculizan a las víctimas para denunciar.
«El enfoque no solo es clínico, sino humano; queremos que cada funcionario sepa cómo abordar estos casos con respeto y diligencia, para que ninguna mujer quede sin el acompañamiento que merece,» subrayó Coto.
Violencia invisible: más allá de lo físico
De acuerdo con estadísticas recientes del hospital, en lo que va del 2024 se han atendido más de 2.880 situaciones relacionadas con violencia, de las cuales el 56% de las víctimas son mujeres.
Estos casos no solo involucran abuso físico, sino también maltrato psicológico, negligencia, violencia sexual y abandono, formas menos visibles pero igual de devastadoras para la salud emocional y física de quienes las padecen.
La Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) ha recalcado la importancia de que el personal entienda que la violencia no siempre deja marcas visibles, y que muchas veces se manifiesta en forma de control, aislamiento, chantaje emocional o limitación económica.